Beyoncé está más que dispuesta a que nadie le suponga una verdadera amenaza para su soberanía como diva. Como bien quedó plasmado en su último disco, ella misma se descubre como una artista dual, capaz de maravillar con una voz privilegiada en baladas – más o menos acertadas – y de arrasar hasta la raíz en su mejor vertiente, la de fémina reivindicativa y agresiva que se merienda a todas las jovenzuelas inexpertas que intenten hacerle la competencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario